Gabriela Montero, piano
17/6/2017
AUDITORIO
ALFREDO
KRAUS
G.García-Alcalde (PERIÓDICO LA PROVINCIA)
Con la colaboración de la Sociedad Filarmonica de Las Palmas, que clausuraba su temporada 2016/17, el Festival del Auditorio «El mundo en un piano», ofreció una segunda sesiòn a solo de la pianista venezolana Gabriela Montero. Esta artista singular hizo una primera parte con obras del Romanticismo alemán y dedicò la segunda a cinco improvisaciones sobre temas pedidos por el público, además de una sexta a manera de bis. Esta creatividad insólita de la eminente intérprete deja aquí huella profunda. Es preceptiva una gran cultura de la forma, de los procesos modulatorios y de los desarrollos motívicos para construir sin merodeos divagatorios unas piezas que podrían ser editadas tal como salen de su envidiable saber e imaginación.
Empezó por la primera frase del Himno de Canarias, en una tanda de variaciones de bravura muy lejanas del clima del arrorró, del que no fue advertida y por ello mismo nos descubrió las potencialidades heróicas de la tierna nana tradicional. El «Himno a la alegría» de la Novena Sinfonía de Beethoven fue la seguna petición, inesperadamente trasplantada a la estética de Rachmaninov en estructuras armónicas y en despliegues del grafismo manual. Del joropo «Alma llanera» hizo un vals animado y decadente, con la elegancia estilística de los compositores saloneros de finales del siglo XIX y principios del XX. La canciòn Ansiedad le inspiró un valiente poema españolista, entre Albéniz y Turina. Del tema de la Polonesa heróica de Chopin quisó hacer un canto a Venezuela «para no ponernos tristes». No lo consiguió. Casi toda la improvisación fue en modo menor, maravillosamente armonizada pero melancólica. Fascinado, el pùblico no quería dejarla marchar. La pianista correspondiò con una delicada improvisación a modo de nocturno.
Esta fiesta de fantasía y ecumenismo estilístico habia sido precedida por los cuatro Impromptus op.90 de Schubert. Densamente melancólico el primero, afirmativo y aéreo el segudo, rasgado y arpístico el tercero y delicioso el cuarto en los arpegios sobre las teclas negras. En el Carnaval op.9 de Schumann, lució una rica imagionación en todos los cuadros de carácter, hasta el contundente final de la Marcha de los Davidsbundler. Que vuelva pronto esta grandísima artista.
Concierto
Gabriela Montero, pianista, para el Auditorio y la Sociedad Filarmónica de LPGC
Programa
Obras de Schubert y Schumann, y seis improvisaciones de la intérprete
Dmytro Choni, la gloria al piano
5/6/2019
PARANINFO ULPGC
G.García-Alcalde
Satisfacción unánime del público en el debut del pianista ucraniano Dmytro Choni (26 años), ganador del codiciado Premio Paloma O´Shea 2018. En su gira de lanzamiento internacional ha pasado por la Sociedad Filarmónica en el Paraninfo de la Universidad de LPGC. El programa, en principio extraño (demasiados “bises”, por así decirlo, sin al menos una sonata importante) comenzó con la lectura desconcentrada de las dos Rapsodias Op.79 de Brahms. Entrando en los “Años de peregrinación” de Liszt con una musicalidad aceptable, pero aún algo fría en Las campanas de Ginebra, mostró su apasionado virtuosismo y poderoso tocco en el enfático Soneto 104 del Petrarca y las orgiásticas cadenas de octavas de la llamada Sonata Dante. Con esta culminación de la primera parte quedaba claro el glorioso panismo de un auténtico artista.
La expresión ya estaba caliente en las piezas de Rachmaninov: dos romanzas fantaseadoras y caprichosas, coronadas por el dificilísimo Momento musical Op.16-4, arrolladora secuela del Estudio revolucionario de Chopin, con una colosal mano izquierda bajo la retórica heróico-patética de la derecha. Perfecto el estudio Arco iris de Ligeti, bastante lírico en el juego de disonancias sobre plantilla clásica. Y culminó el programa con la espectacular Sonata num.1, Op.22 de Ginastera, compendio de fulgurantes desafíos en sus tres movimientos rápidos, escritos sobre plantillas de ritmos folclóricos argentinos, y bastante sosa en el adagio molto appasionato.
El público gritaba y aplaudía en trance de puro entusiasmo. El joven Choni, sin duda cansado después de los alardes precedentes, se entusiasmó a su vez y regaló dos propinas muy alejadas de la cortesía fácil: un arreglo endiablado de los valses de El murciélago de Johann Strauss II, y una bellísima página de Debussy de la que, a mi juicio, bebieron Ravel y Stravinski. En resumen, la gloria del piano en el orden estructural y en la inspirada expresividad. Una fiesta. Pero queda pendiente una gran sonata…
Concierto
Dmytro Chono, pianista, en el PARANINFO de la ULPGC
Programa
Obras de Bach-Busoni - Beethoven - Liszt - Ginastera, etc...
Emoción y estilo de Gautier CAPUÇON y Gabriela MONTERO
15/5/2019
TEATRO PÉREZ GALDÓS
G.García-Alcalde
Formidable sesión de cámara la ofrecida por el Teatro Pérez Galdós y la Sociedad Filarmónica de Las Palmas con el violonchelista francés Gautier Capuçon y la pìanista venezolana Gabriela Montero: un dúo consolidado, cuya compenetración les permite atacar sin apenas mirarse. Sean pasajes de exigente dificultad, sean lentos fraseos, todo suena como nacido de una sola inteligencia. El magnífico chelo, construido en 1701 por el luthier veneciano Matteo Goffriller, lució en manos del intérprete una sonoridad casi humana, paralela de la voz de un barítono timbradísimo de amplia tesitura. Auténtico lujo el de las cuerdas italianas de los siglos XVII y XVIII que están sonando en Las Palmas estos últimos años.
Rigurosa y temperamental a la vez, desgranó Montero su excelente pianismo en un programa que da relieve pleno al instrumento y reserva al violonchelo la más elocuente cantabilidad. El espontaneo flujo sonoro de la Fantasía Op.73 de Schumann recibió del dúo un trato amable, casi un tuteo, por así decirlo, impregnado de afables acentos y encantadora naturalidad. Con la Segunda Sonata Op.58 de Mendelssohn tomaron presencia las exigencias de la forma y la presión romántica sobre el canon clásico de cuatro movimientos, inspirado en Mozart, Haydn y el primer Beethoven. Espléndida ejecución en la riqueza temática del primer movimiento y el delicado lirismo del adagio. Planeando sobre el sonido, la distinción del autor, su elegancia.
Finalmente, la monumental Sonata Op.19 de Rachmaninov, compleja y difícil, en la que Capuçon y Montero dieron relieve a toda la gama de emociones, oscuridades, expansiones brillantes, neurosiss divagatorias y radiantes soluciones que contiene. Las aclamaciones del entregado público motivaron dos bises, ambos de Rachmaninov: el celebérrimo Vocalise Op.34 y la no menos famosa 18ª variación de la Rapsodia sobre Paganni Op.43, temas inmortales en los que lució Capuçon su calidad melódica y exquisito pianísimo. Gabriela salió en los bises con los colores de la bandera venezolana en el pecho. Después del primero, el entusiasmo del público arrancó sus lágrimas…
Concierto
GAUTIER CAPUÇON, cello Y GABRIELA MONTERO, piano
Programa
Obras de Bach-Busoni - Beethoven - Liszt - Ginastera, etc...
Admirables duos de SITKOVETSKI Y RYSANOV
2/4/2019
PARANINFO ULPGC
G.García-Alcalde
Impresionante alarde de dos divos internacionales. El violinista ruso Alexander Sitkovetski y el viola ucraniano Maxim Rysanov bordaron al más alto nivel un programa de dúos tan infrecuente como seductor. El precioso sonido de los dos instrumentos, la identidad del estilo, la fluencia del diálogo, el virtuosismo a tope, la exactitud de reflejos y la sensibilidad de los auténticos músicos tuvieron presencia en uno de los grandes conciertos de la temporada, si no el mejor.
En todas las obras desplegaron alicientes específicos. Suma elegancia en el discurso de los tres dúos K.423 de Mozart, con preeminencia cantable del violín sobre la viola acompañante. Equipotencia plena en los Tres Madrigales del checo Bohuslav Martinu, con su atractivo lenguaje entre tonal y atonal para emitir la expansiva alegría del primero; un segundo entre absorto y exclamativo, con sabrosos efectos nuevos en el arco y la sonoridad; y una deliciosa evocación siglo XX de los dúos de cuerda de Bach y Vivaldi.
Acertadísima la idea de dar ocho Invenciones a dos voces de Bach alternadas con otros tantos dúos de Bela Bartok. La sobriedad académica de las primeras, tan conocidas y trabajadas por todos los estudiantes de piano, lució fantasía, diversidad de acento y garra poética, mientras que la evocación de canciones y danzas húngaras y rumanas de los segundos, afirmaba de manera categórica su indiscutible filiación bachiana. El placer de la escucha era palpable en la sala.
Y finalizó el concierto con una transcripción de la Passacaglia de la séptima suite para clave de Haendel, muy bien hecha por el noruego Johan Halvorsen. Todas y cada una de las presencias del tema, y sus variaciones de bravura, fueron dichas con virtuosismo límpido y fulgurante. El Pafaninfo universitario estalló en aplausos y gritos. Pero no hubo propina, porque el programa fue extenuante, incluso para dos fenómenos como los que tuvimos la suerte de escuchar. Que vuelvan pronto.
Concierto
DÚO SITKOVETSKI Y RYSANOV
Programa
Mozart - Martinu - Bach - Bartok -HAendel